Uno de
los más tristes episodios de la historia antigua es la caida del Imperio
Ateniense a finales del siglo V antes de nuestra era (de ahora en adelante,
a.n.e). La caída de este imperio, que dió a luz al primer sistema democrático
de la historia, significó el fin de una oportunidad única para un progreso
radical en la historia de la humanidad hasta ese momento. Parece que, por
alguna razón, el mundo no se encontraba maduro para aquella cultura y
civilización que, aún con sus defectos, llegó más lejos que ninguna otra en
cultivar las libertades individuales, el bienestar y el desarrollo del
pensamiento y el arte.
No debe ser muy polémico afirmar que la causa fundamental del declive de Atenas
fue la Tercera Guerra del Peloponeso, también conocida como Guerra de Decelia o
Guerra de Jonia. Si bien durante un tiempo Atenas sintió cerca la victoria,
finalmente los espartanos y los persas -junto con otros enemigos entre los que
se contaban viejos aliados- llegaron a las murallas de la ciudad y la derrotaron
definitivamente.
Poco a poco, la Liga de Delos aumentaba, pero la protección de la Hélade
descansaba fundamentalmente en la labor de Atenas y su poderío naval, hasta el
punto de que muchos miembros preferían ser pasivos y pagar un impuesto en lugar
de prestar servicios militares. Viendo que la mayor parte de la responsabilidad
y el peso de la defensa contra la amenaza persa recaía sobre ellos, los
atenienses decidieron trasladar el tesoro de la confederación a Atenas,
arguyendo que ahí estaría más seguro. Según evolucionaba la situación, se
dibujaba un panorama en que existían dos grandes centros de civilización: El
Imperio persa y el Imperio ateniense; el resto de ciudades debían integrarse
bien en un panorama o en el otro.
La voluntad de democratizar Atenas es
entendible en cuanto a que las clases populares formaban parte integrante de
los esfuerzos -sobre todo navales- defensivos de la ciudad. No obstante, Cimón,
muy cercano a Esparta y de corte aristocrático, rechazó abiertamente las
propuestas democráticas.
Hubo que esperar
a la entrada en escena de una de la figuras estrella de toda la cultura griega
para que la democracia pudiera tomar forma en Atenas: se trata de Pericles,
quien con gran voluntad y mesura democratizó Atenas al estilo de Clístenes (de
quien, de hecho, era descendiente directo), llevando a la ciudad a conocer su
siglo de oro, un siglo que, a parte de ver el primer intento mundial de una
democracia, es el siglo de Sócrates, de Esquilo, Sófocles, Protágoras,
Hipócrates y tantos otros.
Poco después de llegar al poder, Pericles
comenzó una guerra cuyo objetivo principal era liberar Jonia de la influencia
persa, lo cual sólo se consiguió parcialmente. En este proceso, y dada la
deslocalización del tesoro de la Confederación de Delos, se dieron las primeras
guerras nacionales en territorio griego. La paz llegó en el 448 a.n.e, cuando
se decidió que Esparta tendría la soberanía de la Liga del Peloponeso, Atenas
de la Liga de Delos, y que ninguna de las dos ciudades intentaría atraer a los
aliados de la otra.
Con Pericles,
que gobernó con integridad, desinterés y sabiduría durante cuarenta años,
Atenas conoció un esplendor que se tornó en anarquía a la muerte de éste.
Después, la demagogia y la falta de prudencia hicieron decaer a Atenas
lentamente. Cleón, demagogo de corte oligarca que gobernó durante un breve periodo,
consiguió una sonada victoria contra los espartanos en Estaftería; sin embargo,
a continuación vino una serie de errores fruto del belicismo imprudente que
dieron un nuevo soplo a los espartanos. Éstos, inteligentemente, alentaron a la
sublevación a muchas regiones del Imperio ateniense, haciendo que la Liga de
Delos perdiese fuerza.
La
muerte de Cleón trajó la tranquilidad y condujo a una nueva paz que fué
ratificada en el 421 a.n.e. Esta paz, que tenía que durar medio siglo, se vió
muy rápidamente interrumpida por culpa de Corinto y Tebas. En Atenas,fue otro
político brillante y posteriormente muy admirado, Alcibíades, quien reemprendió
la guerra contra los espartanos. Pariente de Pericles y amigo de Sócrates, se
cuenta que Alcibíades contaba con un carisma y atractivo muy poderoso.
Motivado por diversos conflictos que tomaban lugar el Sicilia, Alcibíades
emprendió una expedición magnífica hacia la Isla en el año 415 a.n.e. Tan
sólo dos años después, la misión -que por otra parte sólo había encontrado
hostilidad a su llegada- acababa como un absoluto fracaso que supuso para
Atenas la perdida de más de cien navíos, y con ello su supremacía naval que
databa de tiempos de Temístocles. Este horroroso fracaso fué un barapalo
tremendo para Atenas; el fin había comenzado. Su comercio marítimo comenzó a
resentirse, lo cual, unido a la guerra de agotamiento emprendidas por sus
enemigos, que quemaron campos de cereales y hectáreas de olivares, sumieron a
la ciudad en una profunda depresión.
Además, la situación se complicó mucho más al despertar las acciones en Sicilia
la cólera de los persas, que consideraron finalizada la tregua de treinta años
atrás. De
esta manera, comenzó una alianza entre los espartanos y los persas, ahora
enemigos comunes de Atenas.
Entre todo esto, Alcibíades vivió un auténtico periplo, que le hizo integrarse
entre los espartanos y después entre los persas. Acusado de profanación de un
templo de Hermes en Atenas, fue llamado a juicio tras haber embarcado
hacia Sicilia. Por el camino, según presumen algunos historiadores, huyó y
acabó en Esparta, donde intentó integrarse. Temiendo por su vida, huyó después
a refugiarse en los dominios del sátrapa, con quien congenió gracias a su
ingenio y brillantez. Actuando como un traidor a veces, y a veces como un
agente doble, alentó algunos movimientos contra Atenas, consiguiendo instaurar
una oligarquía al estilo espartano en el 411 a.n.e, pero finalmente -los
detalles convulsos sobre los cambios ideológicos de este personaje me resultan
muy complejos- consiguió en el 410 a.n.e para Atenas una victoria muy
importante sobre la flota espartana, algo muy necesitado después del desastre
de Sicilia. Así, en el 407 a.n.e volvió a Atenas como un héroe patriótico. En
estos momentos, a los atenienses se les presentaron unas magníficas
oportunidades de firmar la paz, lo cual les habría resultado extraordinario. El
culpable de que no se llegara a esa situación, fue Cleofón, probablemente uno
de los peores dirigentes que tuvo Atenas. Este personaje agresivo renunció
todas las propuestas de paz y defenestró las últimas oportunidades de Atenas,
lanzando a Alcibíades como general al combate.
Cuando los atenienses volvieron a rechazar una propuesta de paz tras una
destacada victoria en Lesbos -victoria increíble, conseguida tras un esfuerzo
increíble en que los atenienses superaron pérdidas enormes trabajando
colectivamente con gran voluntad-, Lisandro, que comandaba las fuerzas de
Esparta, realizó varios ataques devastadores y, moviendo la guerra a
paises vecinos, consiguió que Atenas quedara sin importaciones de trigo.
Alcibíades perdió influencia en Atenas, y esto favoreció la victoria definitiva
que supuso el fin de Atenas: se trata de la batalla de Egospótamo, en que
Lisandro definitivamente capturó a la flota ateniense y acabó con todas sus
esperanzas. Tras la victoria, en la que los atenienses perdieron unos ciento setenta
barcos, Lisandro se diriguió a Atenas para asestarles el golpe de gracia con un
sitio final.
Con esta derrota acababa el Imperio ateniense, tan importante y presente en
nuestra cultura actual. Hay que agradecer a los espartanos que, llegado el
momento de su victoria, impidieron a los corintos y tebanos que destruyeran por
completo Atenas y a sus habitantes.... si así hubiera ocurrido, no habríamos
conocido nosotros ni una piedra de aquella ciudad cuyas historias, pensadores y
arte evocamos en cada rincón de nuestro mundo actual.
Escrito por SP para el blog Las Dos Sombras
Estoy investigando sobre la Conciencia Andragógica, un "paper" que desea explorar los alcances que tuvo la "educación para Adultos" para lo cual estoy releyendo LA PAIDEIA GRIEGA de WERNER JAEGER quien abre su exposición sobre las guerras entre atenienses y espartanos. Estoy desbordado por la emociòn que me produce leer a SP, que no se si es un seudónimo, quien hizo un resumen cautivador para el blog Las Dos Sombras
ResponderEliminarno me ayudo mucho
ResponderEliminarH O L A. F R I E N D S...
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